25 diciembre 2004

Cemeterio de memorias.



El tiempo fue tu mejor aliado,
Tu sonrisa tu mejor actuaciòn
Y el olvido el mejor amante...

Ahora me siento perdido y cansado en mis propios sueños.

La vista me vacila al recordarte entre multitudes de caras desconocidas
que se autonombran amigos.

El pensamiento perece al visitar el cementerio de las memorias , el cual parece tener la misión de sepultarme con caras tristes y corazones falsos.

Maldigo tu nombre mientras recuerdo el aroma de tu esfuerzo sexual y pretendo no extrañar tu pecho susurrando con cada latido el amor que alguna vez elevó la escasa seguridad que hoy me aqueja.

Y sin embargo, parecen tan huecas las palabras escritas y las imágenes vistas en nuestro pasado - incluso aún después de haberlas vivido-.

Juego al impio retando a tu Dios mientras muero de envidia por carecer de fe. Busco refugio bajo algunas prendas que apestan a infidelidad y vacío; después lo intento, esta vez bajo muros sagrados, con intenciones hipócritas, pero no más falsas que las de aquella mujer que se encuentra desahogando sus pecados, de sentirme identificado con los altares ricos en oro y llenos de pobredumbre de honestidad.


Todo para recordar que estoy solo... ¡y siempre lo estuve!, únicamente vendaste mi conciencia por un obscuro instante que habría de sacarme de mi destino, al llevarme a un pozo, el cuál me ahogó con vino de sensualidad y me drogó con tu vregel añejo de sabor melancolía.



21 diciembre 2004

Corazón de cristal. Pétalo frágil.

Hoy te ofrecí mi despedida a través de un pétalo frágil y tierno.

Tenía una sombría capa de roció que nos ofreció el amanecer y con una mirada de insomnio logré decir con palabras titubeantes -"adiós"-

Me arrepentiré de no mirar más el paraíso celeste reflejado en esos hermoso ojos que declararon amor eterno...

Odio mis despedidas sin más dedicatoria que una breve charla de humilde sufrimiento que sumplican un beso violento y desgarrador, pero que no merecen nada a cambio excepto un silencio incomodo y revelador del amor discreto que he ofrecido a tu angelical sombra dentro de mi corazón.

Si pudieras romper la torpe barrera de orgullo y vacío que envuelve mi recia actitud serías testigo de lágrimas de nieve que estuve dispuesto a derramar por ti y que permanecieron presas en el pasado hiriente que acogió tu infidelidad inexistente.

Pero como en todo amor injusto, fueron lágrimas que se derritieron al calor de un mundo lleno de temores y decepciones, parte de una historia mas no de un presente.

Tú; mi presente efímero, fuiste el polen de mi flor que ahora se encuentra marchitándose en su propio callar como un jardín sin el cuidado preciso. Pero si pudieras ser testigo de la pasión de mi mirada - siempre a lo lejos- y de mi querer tan cercano que te colocaba antes de que cesaras el día ante el sueño -que a todos nos vence y a pocos venera con tu presencia hipnótica en fantasías personales ( de las cuales tu propio Dios se sentiría indigno)- entonces podrías devolverme el cristal que llevaba por corazón y que olvidé la última noche en tus manos voluntariamente, la misma noche que cayó el último pétalo de nuestro invernadero nunca cultivado; y sin embargo, siempre fértil.
Ignoro si nuestra despedida nunca predecible, se debió a mi escasa confianza o si se debió a que nunca te confesé la ternura con la cual siempre quise decir te amo y sentir que eras egoistamente mía.
Lo único que me queda por hacer es tener dignidad para reconocer que me encuentro cansado de amarte en silencio y de ser el único que avivó día a día las brazas que mantuvieron con vida este querer olvidado y destinado a la muerte.
Alas cansadas y perecederas lastiman la espina dorsal que me sostiene con imaginaria fuerza, ahora que vuelo para marcharme; pero antes de perderme en el cuerpo celeste que permitió (de forma cursi y misteriosamente sutil ) conocer a la dueña de mi último pétalo frágil, representante de mi fe en el amor, debo gritar con fortaleza y decisión que el cristal que reside ahora en tus manos, es débil y antiguo pero gozó gracias a tu aliento y tu espuma sensual, del más grande honor al vivir como rubí en tus despiadados besos aún siendo vidrio cortado de soledad.




20 diciembre 2004

17 diciembre 2004

Pensamiento en voz alta


' Es cómica la forma en que convivimos en un mundo de dimensiones grotescas , pálidas

y de ética anómica sin puntos de convergencia emocional ni atuendos simplistas como

bienvenida. Se nos presenta como un hogar en el cual perderemos identidad y conoceremos

aquello que pervertirá cada mirada inocente que nos provoca la exhumación de la verdad.


Fue de esta forma que la conocí y embrujó con su verbena la atrocidad que llevo por rostro y

deformó lo humilde de mi pensamiento a través de sus cánticos delirantes y atroces. La percibí

mientras dominaba una serie de enfermos de soledad que parecían más animales en celo que

elegantes caballeros de renombre corrupto y extranjero; de cualquier forma... igual me dieron

asco y revolví mis entrañas mientras expulsaba un sabor amargo y penetrante a través de mi

saludo falso e irreverente.


¿ Su nombre?... no lo recuerdo, ¿su aroma?... fue veneno de efecto lento que invadió cada

respiro contaminando la incertidumbre del momento con cada beso falso en carne y emociones,

¿el amor?... se disfrazó de pasión barata y transito por el burdel de mala fama susurrando sucias

palabras para elevarse hasta un orgasmo con olor a alcohol y rasguños sangrantes de causa

sexual y totalmente carentes de sentido , ¿ la confianza? ... supongo que a el hecho de

desnudarse sin premeditar acerca del alrededor brutal y grosero es a lo que llamaría confianza,

aunque alguien más perspicaz sabe que a eso se le nombra ingenuidad , y que es

peligrosamente sigilosa como para conducirte a un cuarto oscuro de apariencia fétida y

marchita, en el cual lo único que lográs identificar son los brindis hipócritas de los cuerpos

apareandose con sus acompañantes como bestias sin razón y mucho deseo, ¿ el brindis? ... son

copas llenas de sangre y polvo blanco que el adicto no pudo terminar de consumir debido a un

exceso en la nariz que lo dejo inconciente pero con muy buena fama y reputación; requisitos

suficientes para acostarse con ella cuantas veces sea necesario.



Ahora todos empiezan a verse a sí mismos como cuando buscan a la hembra más famosa por su

facilidad que por sus méritos... creo que he vuelto a pensar en voz alta y no tardan en llegar los

juicios mal argumentados que a ella le encantan... y es que nunca cambiará, por algo rima -ahora

que lo recuerdo - su nombre con suciedad; sí ella eres tú, la sociedad.'

06 diciembre 2004


La caída del telón

Telón

Una vez mas los editores de luna negra , sol parlante agradecen los minutos perdidos en renglones para algunos vacíos y para muy pocos con algo de sentido y razón. Permítanme contar que en lo personal empiezo a dudar del sentido de cada una de las palabras antes escritas asi como de las que estan por venir, y eso es perder la misión de un encargo salido de alguna menospreciada parte, pero lleno de inspiración. En cada personaje de la historia, como de la más ridicula novela ficticia, cuando el protagonista pierde la pasión en cada uno de sus pasos, entonces pierde el camino y la misma trama por ello no queda mas que tratar de asegurar el mejor final para sí mismo, egoista pero necesario si es que se quiere escuchar alguna vez más de él , incluso para que él esciche de sí mismo.
En este preciso momento , conforme aumentan las palabras en estos parrafos, van perdiendo la coherencia, la formalidad, el sentido y el entendimiento, se miran a sí mismas las letras y concluyen que no forman un solo significado...
Si llegara a leer esto un amigo de la soledad (Liam) al menos habría alguien que entendería, o alguien que siquiera tuviera la delicadeza de no reirse (Hebert).


Se calló el telón y es hora de que los personajes disipen el maquillaje y se entretengan a sí mismos; el público dejó de aplaudir y los expertos dejaron de hacer críticas. Poco a poco todos dejan el escenario y las lucen mueren con un solo dedo del verdugo al que le han encargado presionar el botón con una sencillez inmensa en sus labios – hasta la próxima función-.

El actor principal se ha rendido, todas sus aventuras serán recordadas como pobres ensayos que se pulieron una y otra vez para que en el acto final... se cometiera un error no planeado, toda la obra fue imperfecta y los libretos fueron tachados y corregidos para la próxima. ¿Cuándo será la próxima vez si todos se marchan cabeza abajo y con hombros que barren la vergüenza y la incertidumbre de su futuro?

Después de tiempo pasa un niño durante su rutina siempre pensando por qué se cerró el teatro y es el único que se pregunta que pasó con la obra, no con los actores ni los efectos que siempre hacen de una mala y pésima actuación lo más espectacular para la ingenuidad de los ojos ignorantes y miserables que no captan más allá de lo que la luz le otorga, nunca van más allá.. pobres de ellos, se parecen tanto a nosotros. Y conforme crece y muere cada vez más ese niño duda de cómo habrán crecido los personajes y si habrá cambiando la trama pero nunca con el valor de el escribir el final de la historia.

Y es que, como todo habitante más de este lastimoso lugar llamado tierra, mientras ese niño no escriba su propia historia, seguirá creciendo y haciéndose viejo con miedos y dudas sobre lo que habría pasado.

Sin darse cuenta sus manos son hojas de otoño y sus piernas se apollan sobre aparatos de voluntad propia; se ha convertido en un roble con plaga y sin interior, sólo un disfraz arrugado y despedazado... una noche, ya siendo viejo y con dificultad para respirar decide escribir -demasiado tarde- descubre al leer con lo que su mano ha sentenciado al papel:

- Se me han marchitado los ojos y tengo miedo de ya no saber contar mi propia historia, tengo las manos y la boca seca, mi voz es poco clara y la soledad que siempre se lleva de abrigo, hoy ya no está conmigo.

Miro con tristeza mi alrededor y no veo ni a la propia oscuridad, el odio que solía guardar para la perfecta ocasión se fue, no tengo amor, no tengo resentimiento, sólo una pasividad cancerigena que se extiende en cada idea, en cada sorpresa y en cada hueso. Las fotografías no me roban más lágrimas, únicamente una débil sonrisa de burla ante mi patético aspecto sobre el espejo.

He querido recordar nuestra actuación, nuestro éxito y la gloria, pero no puedo, cuando lo intento no veo más que una gastada escenografía, un poco menos vieja que yo. Hubo tantas veces que intente cambiar la historia pero no encontré papel o lápiz. Ahora a penas recuerdo tu nombre y difícilmente tu rostro, lo que no olvido y más me lastima es como respiraba a tu lado, sin este jadeo y rugido al hablar que rasga cada pulmón con arrepentimientos y garras de inquisición. Perlas te pongo por ojos al mirarte a la cara mientras imagino como interpretamos el clímax de nuestra presentación, por uñas tu regalo las espinas que abundan en mi jardín mientras venero tu cintura que solía acariciar mi cuerpo.

¿Cuando perdimos esto? Tengo ganas de pedir perdón pero tengo dos problemas; no se por donde empezar ni a quién pedírselo. Ante mi creciente ceguera, con lo poco que reconozco de mí en el reflejo de la vieja vitrina me imagino arreglando todo y reconociendo tu aroma que siempre regó de vida mis movimientos y mis escasas sonrisas. A veces me pregunto si puedo morir a placer y cuando yo quiera, a veces pregunto si puedo escuchar cantar una vez más a las sirenas que bañaron de sueños mi noche en la arena húmeda de ti... y así como divago ridículamente en cada línea, me doy cuenta que es imposible que siga pensando esto, sólo me estoy marchitando más de lo que mi propio ritmo debe provocar.

Deseo llegar a ti ¡ahora! ¡tan tarde! , pero siempre necesitaste más palabras de las que puedo ordenar o incluso de las que conozco, miradas me faltaron para darte a entender en quién pensaba cada noche y amanecer. Y con eso tengo para volver a cerrar los ojos y recostarme un día más en aquella cama que ha visto morir mi cuerpo en tan poco tiempo. En momentos que recuerdo eso, me alegro un poco de que no falta mucho para seguir viendo negro cuando abra los ojos y así olvidar más rápido quién fui contigo y como fuiste con todos.
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