19 enero 2011

Vitalismo

Vitalismo: de la negación al reencuentro con la verdad inmersa en uno mismo. Nihilismo mal interpretado y desatentido canto a la vida de la sobreposición del hombre.

De la Mayéutica a la práctica discursiva de sonoro contenido, mensajero de una perspectiva que nos agobia a todos.

Pasar de la crítica al cambio, al verbo que nos conduzca a un estado de bienestar, es la tarea como individuos en convivencia en un país lleno de ironías, de líderes con resistencia al cambio, de apatía ciudadana, de ojos secos... de asombro cansado.

Actitud de servicio y humildad en el actuar requerimos para descubrirnos como colegas de un proyecto llamado patria, familia o trabajo. Recordar que nos debemos a uno mismo para construir el bien de todos es lo que conducirá la formación de nuevos valores sociales que levantarán el polvo de un camino sinuoso en el que la colaboración y el valor del deber ser recobrará sentido.

Coraje para afirmar que un cambio no empieza con una simple idea o con la demagogia, sino con un paso firme y virtuoso hacia el objetivo que nos conduce, sin etiquetas religiosas ni oportunistas tendencias conductivistas electorales.

¿qué podemos hacer? ¿cómo podemos tener impacto? ¿a dónde empezamos?

La respuesta no se escribe, se ejecuta.

En este momento comienzo a construir en compañía de otros cuidadanos, lo que visualizamos como el imperativo categórico del cuidadano mexicano, es decir, sin formalismos, mi grano de arena a un mar que estamos dispuestos a cruzar...

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