Alerta a las bases del EZLN

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Se nos hace notar, por medio de una absurda y depravada campaña mediática, de lo inmensamente absurdos y dañinos que resultan, para la estabilidad política del país, los más recientes comunicados del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), por lo cuál creo merece una mención de caracter serio y reflectivo...

Señora sociedad civil (como bien maneja el Sub. Marcos) o como diría el gobierno federal: Ciudadanos, cuidadanas, niñitos y niñitas. En hechos recientes se maneja en los medios, una sorpresiva alerta a las bases del EZLN para anunciar el final de la etapa de reestructuración política-militar del movimiento y de la llegada del tiempo decisivo para mantenerse o abandonar dicha organización rebelde con plena libertad. Con esto, los principales actores de nuestra triste "realidad" política, principalemnte los de derecha, han dado su patética declaración acerca de éstos acontecimientos, calificándolos como patadas y berrinches del autonombrado Sub. Marcos, reflejando la poca importancia que siempre han dedicado a este complejo reclamo que ha encabezado el EZ desde antes de 1994.

Es lastimoso, en mi opinión, que no haya bastado un levantamiento armado para abrir los ojos de la clase política mexicana ante una desigualdad cultural, humana, económica, etc. sobre la población indígena de nuestro país. Nosotros como sociedad civil, debemos tomar conciencia sobre dicho conflicto nacional, que es un espejo sobre los problemas que nacen día día entre nuestras tareas diarias.

Si bien no compartimos todos el medio armado para resolver conflictos, los invito a que al menos leamos e informemos sobre lo que acontece en nuestra vida cotidiana, porque es aberrante la idea de que nuestro representante institucional y supuestamente la mejor vía de expresión de nuestros problemas: el gobierno, necesite muertes como la mejor voz de las injusticias que vive nuestro México de hoy.

La democracia actual no ha sido mas que una señorita ingenua manipulada por organos de poder que se encuentran más allá de nombres y puestos gubernamentales, se encuentran en la indiferencia y nuestra falta de conciencia para asumir y afrontar lo que padecemos hoy en día como sociedad. Por último aclaro, no soy juez de lo que sucede, más bien soy un cuidadano preocupado por la impotencia de un individuo frente a un sistema deficiente e insultante para la dignidad como hijo, estudiante y testigo de la problemática de mi país. Debo decir que me considero completo simpatizante del EZ, y por ende, declaro que antes de sentime orgulloso de ser militante de un partido político, prefiero decir que soy zapatista.

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